La Fachada de la Real Casa de Correos en la Puerta del Sol. (Europa Press)La Fachada de la Real Casa de Correos en la Puerta del Sol. (Europa Press)

La Real Casa de Correos protagoniza cada fin de año uno de los momentos más importantes para los españoles, que frente a la pantalla de televisión siguen las campanadas que marcan el año nuevo en el reloj que cuelga de este edificio y que millones de españoles miran al mismo tiempo. Esto convierte al lugar en uno de los emblemas más reconocibles de todo el país. Tal vez por eso eligieron su fachada para recordar a los fallecidos durante la pandemia del Covid-19, con un listón de mármol que cuelga de ella. Sin embargo, no hay ninguna placa que haga referencia a las víctimas que fueron torturadas en su interior durante el franquismo. Al menos, por ahora.

Tras las reclamaciones de las entidades memorialistas, el pasado jueves el Gobierno anunciaba que había iniciado los trámites para declararlo como lugar de memoria democrática, ya que el edificio que alberga la actual sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid fue en su momento la antigua Dirección General de Seguridad, que desempeñó “un papel central en la represión”, especialmente en la dictadura franquista. “Son numerosos los testimonios de represaliados en los sótanos de la antigua Dirección General de Seguridad, cuya práctica habitual era el uso de la tortura para extraer información y confesiones y atemorizar y desmoralizar a los detenidos y a la oposición al régimen” según recoge el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática en una nota de prensa.

También serán declarados lugares de memoria la tapia del cementerio de la Almudena, que “representa uno de los episodios más oscuros de la represión y hoy día es símbolo de dolor, resistencia y lucha por la justicia y la verdad”; así como la antigua cárcel de Carabanchel, que “se erigió como centro penitenciario de sufrimiento por donde pasaron, entre otros presos, intelectuales, estudiantes, opositores al régimen, políticos, homosexuales y dirigentes vecinales, convirtiendo Carabanchel en foco de resistencia a la dictadura”. No obstante, la Plataforma por un Centro de Memoria de la Cárcel de Carabanchel se manifestaba el domingo en los terrenos que ocupaba la antigua prisión, para reivindicar la creación de un Centro de Memoria en el lugar.

El féretro del dictador Francisco Franco sale a hombros de la Basílica del Valle de los Caídos.

El artículo 51 de la Ley de Memoria Democrática establece la creación del Inventario Estatal de Lugares de Memoria Democrática como instrumento de publicidad y conocimiento de los mismos para recoger y conmemorar los espacios, inmuebles o parajes en los que se han desarrollado “hechos de singular relevancia para la memoria democrática”.

Desde la entrada en vigor de la ley, han sido reconocidos enclaves como el Valle de Cuelgamuros (conocido hasta hace poco como Valle de los Caídos), el centro documental de la memoria histórica en Salamanca, el Panteón de España en Madrid y el casco urbano de Guernika. Además, se ha iniciado el proceso para declarar también al trayecto donde tuvo lugar ‘La Desbandá, donde miles de civiles que huían de la toma de Málaga fueron bombardeados por los aliados del bando franquista en su viaje a pie hacia Almería, y la antigua prisión provincial de Murcia. El Ateneo Español de México y el Jardín de los Combatientes de La Nueve en París también figuran en el listado como lugares de memoria democrática en el extranjero.

El listado también recoge varios inmuebles emblemáticos vinculados al liberalismo español del siglo XIX, como homenaje y reconocimiento a las figuras de Rafael de Riego, Mariana Pineda, José Torrijos y la casa palacio de Baldomero Espartero, además de los lugares más importantes de las Cortes y la Constitución de Cádiz (1812) y el Trienio Liberal (1820-1823).