España no debería tener problemas para superar la fase de grupos del Mundial de Pádel 2024. Tal y como se vio ayer con resultados muy abultados, los jugadores hispanos son muy superiores. Sin embargo, tiene un rival ‘trampa’. El enemigo está en casa.

Tras vencer con mucha facilidad a México, la segunda prueba de los de Juanjo Gutiérrez será la selección de los Emiratos Árabes Unidos, que tiene todas las papeletas para convertirse en la revelación de este Mundial. Revelación por así decirlo, porque nadie contaba con este equipo, que tuvo que superar la fase previa, pero que ha hecho cuatro ‘fichajes’ que elevan mucho su nivel de cara a este torneo.

Arnau Ayats

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Arnau Ayats, Iñigo Jofre, Sergio Icardo y Fran Jurado eran, a todos los efectos, ciudadanos españoles. Sin embargo, hicieron un cambio de nacionalidad repentino y pudieron inscribirse con este país. Ninguno está en el top 20 del ranking de la FIP, pero sí están un paso por encima del resto de jugadores de otras selecciones. Especialmente Arnau Ayats e Iñigo Jofre, que es el compañero de Juan Tello en Premier Padel.

Incluso ya hay quien califica a los Emiratos Árabes como el filial de España. Iván Hernández, del medio ‘Contrapared’ así lo ha asegurado: “Es un partido entre España A y España B”.

Pese a que ‘La Roja’ sigue siendo muy favorita, tendrá en frente un reto de más nivel que el que supuso el equipo mexicano, con cuatro antiguos españoles que quieren amargar la fiesta del que era, hasta hace un par de meses, su país.

¿Cómo pudieron cambiarse de nacionalidad?

En algunos estados es muy complicado poder nacionalizarse. Se ve en el fútbol con jugadores extranjeros que necesitan poder estar cinco años compitiendo en nuestras fronteras para poder vestirse la elástica hispana. En el caso de ser japoneses, como ocurría con Kubo, son hasta más, pero en esta ocasión ha sido algo muy rápido. Además, no se le conoce a ninguno de los cuatro vínculo alguno con los Emiratos Árabes.

Este proceso lo pudieron completar porque las leyes del país permiten hacer el cambio de forma muy sencilla y con unos requisitos casi ridículos. Uno de ellos, por ejemplo, habla de tener “buena conducta” y “buena reputación”, mientras que el resto están relacionados con no tener delitos, tener una fuente de ingresos legal o titulación educativa. Sea como sea, este proceso se completó con éxito y ya son a todos los efectos ciudadanos árabes, por lo que competirán contra España en busca de dar la sorpresa.