Castellón no solo destaca por su clima y playas, sino también por su lenguaje rico en expresiones locales. Ser un ‘apardalat’, es decir, estar despistado o confuso, y el popular ‘coent’, utilizado frecuentemente para referirse a algo que no gusta porque es hortera, cutre o intenta llamar la atención con poco gusto, son solo algunos de los términos que forman parte del día a día en la región. Sin embargo, Castellón no es la única zona de España con un repertorio particular de insultos. Un reciente informe, dirigido por María del Carmen Méndez Santos y Jon Andoni Duñabeitia, ha analizado los insultos más usados en todo el país, revelando que las preferencias lingüísticas varían notablemente según la geografía.
A nivel nacional, insultos como gilipollas, imbécil y cabrón se han posicionado como los más usados, con algunas variaciones en función de la edad y el contexto. Pero cuando nos adentramos en los matices regionales, encontramos que cada rincón de España tiene su propio sabor para las ofensas.
Top insultos en España / Simón Espinosa
En Andalucía, por ejemplo, el clásico “apollardao” se emplea para referirse a alguien torpe o desastroso, mientras que en Galicia, el término “caralludo” es todo un comodín que puede usarse tanto para lo bueno como para lo malo, dependiendo del contexto. En el País Vasco, la palabra “txotxolo” es un insulto común, que sirve para definir a una persona tonta o ingenua.
No podemos olvidarnos de Cataluña, donde el popular “capsigrany” (literalmente, “cabeza de grulla”) es una forma muy local de llamar tonto a alguien. De la misma manera, en Aragón, un “chufla” no es más que un bromista que no toma nada en serio.
El informe revela que aunque las regiones compartan algunos insultos, como “subnormal” o “idiota”, cada lugar imprime su sello personal. En Canarias, por ejemplo, el término “lechón” se utiliza para referirse a alguien sinvergüenza, mientras que en Cantabria, el clásico “Pichucas” hace referencia a alguien descuidado o torpe.
Lo interesante del estudio no es solo la variedad de términos, sino cómo reflejan aspectos culturales de cada región. En las tierras de honor mediterráneo, como en Castellón, mentar a la madre sigue siendo una de las ofensas más graves, con el infalible “fill de puta”. En otros puntos, como en el norte de España, los insultos tienden a ser más directos y menos teatrales, pero no menos efectivos.
El insulto más usado en Castellón es “moniato”, un término empleado para referirse a alguien como tonto, que destaca por su popularidad en la región según el informe de insultos en España.
En definitiva, la geografía del insulto en España es tan diversa como su cultura. Desde los apardalats de Castellón hasta los txotxolos vascos, cada región aporta su propio toque creativo a la ofensa, demostrando una vez más que el lenguaje no solo es una herramienta de comunicación, sino también un reflejo del ingenio y carácter de cada lugar.