Catalunya cerró el tercer trimestre con una tasa de paro por debajo del 9%, algo que hacía un año que no sucedía. Por el otro lado, la creación de empleo mantuvo su ritmo positivo y sumó 53.500 nuevos ocupados, hasta un total de 3,86 millones de catalanes en activo. Así lo constatan los datos publicados este viernes en la encuesta de población activa (EPA), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Que, sin embargo, también siguen ahondando en un cierto agotamiento respecto a los históricos crecimientos registrados durante el pasado verano. Para ponerlo en perspectiva, esos 53.500 empleos creados este tercer trimestre son menos que los 70.700 registrados en el mismo periodo del año anterior, pero todavía más que los 31.200 registrados en 2019, antes de que estallara el covid.

Catalunya tiró del empleo en el conjunto de España, siendo la comunidad autónoma que más aportó en términos absolutos y permitiendo que el global del país batiera un nuevo récord de ocupación. Compensó el retroceso que experimentó la otra locomotora económica, Madrid, que restó 12.700 ocupados al conjunto de España, en un efecto lastre que viene siendo habitual durante los meses más cálidos.

“Son datos históricos, tanto para la población activa como ocupada. […] Demuestran el buen funcionamiento del mercado de trabajo. El empleo que se está creando es de calidad, prácticamente la totalidad de la contratación es indefinida”, ha afirmado el secretario de Treball de la Generalitat, Paco Ramos.

El mercado laboral catalán sigue ensanchándose en este ciclo positivo e inesperadamente extenso, en comparación al significativo enfriamiento que están ya sufriendo las economías del centro de Europa. Y Catalunya logra alargar su racha pese a que uno de los motores que hasta ahora venía alimentando mes tras mes y trimestre tras trimestre la ocupación se ha apagado de golpe: la inmigración.

Durante este pasado tercer trimestre Catalunya ganó 53.500 ocupados respecto al segundo trimestre. De estos, solo un 5% fueron de origen migrante, cuando hasta solo un trimestre atrás representaban más del 40%. El saldo positivo registrado este pasado trimestre de empleo extranjero fue de 2.700 ocupados, frente a los 102.400 ocupados ganados el mismo trimestre del año anterior o los 65.300 ocupados ganados en 2022.

Desde Treball no han ofrecido una explicación concreta sobre este fenómeno, si bien han reconocido que “no se están obsvervando incrementos como los de hace dos años”. Queda por ver si este frenazo de la aportación nacida fuera de Catalunya al empleo es momentáneo y se queda como una anomalía estadística o revela, en trimestres posteriores, una tendencia de fondo.

Paro de larga duración en mínimos

Las estadísticas de paro siempre dejan trazas agridulces para su lectura. Por un lado, Catalunya logró, un año después, volver a instalarse por debajo del 9% en su tasa de desempleo. Concretamente en el 8,8%. Es una cifra, como históricamente ha sido, mejor que la española (11,2%), pero peor que la europea (6%). Actualmente, en Catalunya hay 373.900 desempleados, según el INE.

El descenso registrado en este pasado tercer trimestre ha sido particularmente bueno, de 21.400 personas desempleadas menos que un trimestre atrás. Para ponerlo en perspectiva, el año pasado el saldo negativo fue 10 veces inferior, de 2.400 personas.

Otra nota positiva es quién ha salido del desempleo. Las cifras publicadas de este viernes muestran que el paro de larga duración, es decir, aquellas personas que llevan más de un año buscando, sin éxito, empleo, son las que más han contribuido a rebajar la tasa de paro. “Me alegra dar esta cifra”, ha valorado Ramos. Actualmnente el 27,6% de los parados catalanes llevan más de un año en paro, frente al 35,6% que había un trimestre antes o al 35,7% que había un año antes. El mínimo histórico de este indicador se logró en 2007, justo antes de estallar la burbuja, cuando era del 20,3%.